« Pour moi je ne suis pas de même, et dans le dessein où je suis, de ne rien aimer, je serais fâché d’être aimé. – Et la raison? – C’est qu’on a obligation à ceux qui nous aiment »
La Princesse d’Elide, II, 4
Le passage est inspiré d’un passage de la comédie El desdén con el desdén (1654) d’Agustin Moreto :
CARLOS
Yo, señora,
no solo querer no quiero,
mas ni quiero ser querido.
DIANA
Pues ¿en ser querido hay riesgo?
CARLOS
No hay riesgo, pero hay delito:
[…]
hay delito, porque cuando
sé yo que querer no puedo,
amarme y no amar sería
faltar mi agradecimiento.
Y ansí yo, ni ser querido
ni querer, señora, quiero,
porque temo ser ingrato
cuando sé yo que he de serlo.
( Première journée, v. 969-988)
